La princesita y los estereotipos



Quienes me seguís habitualmente sabéis que soy madre de una niña de 2 años, de una princesita como dirá más de uno/a pero hay mucho más.

Os diré que a mi hija le gusta pintar y que su color preferido no es el rosa sino que lejos de esto, ha sido uno de los últimos colores que ha aprendido a decir.

Os diré que está fascinada por la luna y el cielo y que esto quizá signifique que algún día será astrónoma a pesar de que en este tipo de carreras, no abundan las mujeres.


Os diré que es una niña con bastante genio y que aunque algunos dirán que es algo propio del género femenino, en realidad no es algo demasiado bien visto en las "princesitas" pero que a mí me hace estar muy tranquila porque me asegura que sabrá defenderse.

Os diré que le fascinan las herramientas y que las observa y toca cada vez que hay que hacer algo en casa y quizá no sea su profesión pero puede servirle para arreglar cosas en su casa de la misma manera que le sirve jugar con el plumero, la fregona o la plancha (de juguete entiéndase).

Os diré que aunque le gusta llevar vestidos como la mama, no hay nada más cómodo que unos pantalones para correr, escalar y reptar por cualquier lugar.

Os diré que es una niña con las ideas bastante claras y bastante cabezona de manera que cuesta hacerla cambiar de opinión pero que en parte prefiero que así sea para que siempre pueda ser ella misma.

Os diré que le encanta jugar con muñecos y que muchos dicen que será una buena madre aunque puede que en el futuro ni siquiera quiera tener hijos.

Os diré que le gustan los coches (los de juguete y los reales) a pesar de que eso es algo propio de "niños".



Os diré que empieza a vislumbrar una timidez en su personalidad que parece que cada día está más definida pero que no le impide relacionarse.

Os diré que juega igual con niños que con niñas y que espero que siga así por mucho tiempo.

Os podría decir muchas otras cosas de esta pequeña pero el tema es que en muchos, los estereotipos no nos permiten ver más allá de lo que son realmente los niños/as. Seguramente en unos años mi hija no sea todo lo que es ahora, seguramente sus intereses habrán cambiado y puede que también su manera de comportarse e incluso su personalidad pero el caso es que no deberíamos ver solo lo que debería ser por su sexo sino que deberíamos tener en cuenta intereses y preferencias por delante de este.

Aún nos choca ver a un niño jugando con un cochecito de muñecas o a una niña jugando con un maletín de herramientas y si no resolvemos esto, cómo nos va a parecer normal que un hombre decida ser enfermero o vamos a solucionar el problema de la baja cantidad de mujeres en formaciones técnicas o en ingenierías.

Y ahora os diré que no pienso educar a mi hija para ser una princesita, pienso educarla para que defienda que hombres y mujeres, niños y niñas han de ser iguales en todo aquello que no viene determinado por sus órganos sexuales (que viene a ser casi todo) y os diré que si mi hija es feliz reparando coches, para mí será mejor trabajo para ella que el de enfermera y que si no quiere tener hijos (que parece ser algo ligado a la mujer), seré feliz siendo simplemente su madre y no la abuela de sus hijos y así os podría dar montones de ejemplos.

Si mi hija fuera un niño, probablemente lo habría explicado de otra manera ya que los estereotipos son otros pero la opinión final sería la misma pero como tengo una niña, se supone que he de hablar de cochecitos en lugar de coches y de sets de limpieza en lugar de sets de herramientas pero no me da la gana de que así sea y prefiero que sea nuestra pequeña la que decide lo que quiere.

¿A vosotros también os afectan los estereotipos?

Comentarios

  1. Yo tengo uno de esos niños que prefería cocinitas a coches y muñecas a construcciones. La verdad es que a él le da igual el rosa o el azul, o los juguetes con los que juega. La pena es que siempre hay algún adulto bocazas cerca para decirle "eso es de niñas" y hace que no quiera volver a jugar con la cocina o con la muñeca. Los prejuicios los tenemos nosotros, no ellos. Una pena.

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    1. Sí que es una pena, nosotros hemos tenido alguna discusión con una persona cercana porque hacía comentarios del estilo: tiene genio como buena mujer. Al final le dijimos que preferíamos que no le hiciese esos comentarios y parece que algo se ha moderado pero aún nos discutía que no eran comentarios sexistas.
      Por desgracia he oído montones de comentarios del estilo referidos a niños aunque no fuese a mi hija y me da mucha pena. Yo tuve la gran suerte de que nadie me dijo si tenia que jugar a la pelota o a las casitas y pude disfrutar de todo.

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